Lina Espinosa en La Cripta Projects: un viaje interior a través del color

La otra orilla, la nueva exposición individual de Lina Espinosa, podrá visitarse en La Cripta Projects del 27 de noviembre de 2025 al 14 de febrero de 2026.

La muestra reúne dibujos concebidos como un diario cromático, realizados durante un periodo de viajes, introspección y observación profunda del entorno. Cada pieza surge como una huella que registra la manera en que la artista percibe y habita los lugares que recorre.

Un diario de color: presencia, percepción y memoria

Los dibujos presentados funcionan como un cuaderno de viaje donde la artista recoge las paletas cromáticas de ciudades, montañas, criptas, bosques y praderas. Espinosa señala que su forma de estar en cada lugar modificaba la manera en que lo veía, desvelando una diversidad de tonos en constante transformación. Este proceso le permitió atender a la relación entre luz, color y experiencia, y a la forma en que la percepción se moldea a través de la presencia y la quietud.

Roma, Anagni y el hallazgo de un diagrama medieval

Durante su paso por Roma, la artista se reencontró con los ocres cálidos que guardaba en la memoria. Allí visitó distintos espacios y viajó a la localidad de Anagni, donde descubrió en la Cripta de San Magno un diagrama medieval excepcional, descrito como unicum al mondo, que articula ciencia y arte. Ese hallazgo detonó nuevas páginas de su libreta, conectando historia, contemplación y estudio cromático.

Silencio, paisaje y respiración

Más adelante, en las praderas francesas, Espinosa encontró en el silencio un elemento transformador. Entre bosques, colinas y estanques, la artista registró la manera en que el paisaje exterior resonaba con su respiración, generando una sinfonía de movimientos entre ramas, nubes y aire. Esa conexión entre mundo natural y cuerpo reapareció de nuevo en su regreso a Colombia, especialmente en las montañas de Iguaque, donde el viento, el agua y la tierra se convirtieron en motores sensoriales que reavivaron su conciencia sobre el presente.

La huella y la apertura: detener el mundo un instante

Según la artista, el instante en que el pincel deja una marca sobre el papel adquiere un carácter revelador. El dibujo se convierte en un gesto capaz de abrir una puerta, suspendiendo por un momento el flujo del tiempo y permitiendo que afloren la claridad y la calma. Ese vínculo entre contemplación y gesto marca el eje de La otra orilla, donde cada fragmento cromático se sitúa entre el viaje exterior y el viaje interior.

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