Barcelona: ¿Ya conoces el Museo más pequeño del mundo?

En el corazón de Barcelona, su rica oferta artística y cultural es una característica destacada. Más allá de los renombrados museos de la urbe, la ciudad condal esconde una joya excepcional. Disperso en las pintorescas calles de la Vila de Gràcia, ha emergido el museo más diminuto y singular del mundo.

Su singularidad no solo radica en su reducido tamaño, sino también en la diversidad de pequeños artistas que dan vida a sus maquetas.

La Vila de Gràcia, una de las zonas con buena cantidad de Museos en Barcelona, se distingue por sus callejones estrechos y plazas encantadoras, creando un ambiente acogedor y pintoresco. Esta localidad, teñida de bohemia, alberga una rica escena cultural y creativa. En este entorno surge el icónico museo.

EL MUSEU MÉS PETIT DEL MÓN’

La artista Noemí Batllori, con más de dos décadas de experiencia en escenografía, diseño industrial, publicidad y animación, lidera este proyecto cargado de objetos curiosos. Su creación, el Museu més petit del Món, se convierte en una vitrina de su amplio conocimiento, albergando una variopinta colección de obras de arte diminutas, antigüedades y objetos en miniatura. Algunas de estas piezas demandan el uso de lupa para desvelar sus detalles más exquisitos.

La paciencia y el esmero son rasgos distintivos de la artista, que transforman este pequeño museo en un enclave cultural destacado del distrito. En el pasado, canales distribuían el agua a lo largo de las paredes de la Vila de Gràcia, irrigando sus calles. Con el paso de los años, este sistema quedó obsoleto y Batllori vio en las antiguas instalaciones la oportunidad de insuflar vida al vecindario.

ACERCANDO EL ARTE A LOS MÁS PEQUEÑOS

El propósito de esta coleccionista es cristalino: acercar el arte a los más jóvenes. Para lograrlo, ha orquestado diminutas maquetas en las fachadas de edificios, transformando antiguos agujeros en salas de exhibición en constante evolución.

Quienes anhelen conocer más sobre la propuesta cultural de Batllori pueden dirigirse al número 14 de la calle de la Virtut. Allí se encuentra su Taller de Maquetas, donde germinó la idea del Museu més petit del món. Su primera obra, “Entra a l’Univers”, presentaba un planeta y varios satélites en vivos colores. El éxito fue rotundo y desde entonces, la creatividad no ha cesado de florecer.

DESCUBRIENDO LA VILA DE GRÀCIA

Las maquetas se ocultan en una veintena de calles de la Vila de Gràcia, entre ellas Pere Serafí, Torrent de l’Olla, Guilleries, Verdi, Rabassa y Travessera de Gràcia, entre otras. Este pequeño museo se convierte en la excusa perfecta para deambular por las calles de uno de los distritos más emblemáticos de Barcelona, descubriendo su rica oferta artística.

Batllori anhela que los niños se interesen por el arte, motivo por el cual las creaciones infantiles son el motor impulsor del Museu més petit del món. Según sus palabras, “crear es mágico”, y los pequeños dan rienda suelta a su imaginación, convirtiéndose en protagonistas del proyecto. A través de los talleres de esta artista y el innato talento de los niños, ha logrado cautivar a los más curiosos.

CÓMO VISITAR EL MUSEO MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO

El funcionamiento del museo es sencillo: los artistas elaboran sus obras y se ponen en contacto con Batllori, quien les indica qué cajas están disponibles para su exhibición. Los visitantes pueden apreciar estas colecciones en vivo, de manera totalmente gratuita. Solo necesitan solicitar un mapa en la calle de la Virtut y emprender la ruta. Las obras están resguardadas en pequeñas cajas, algunas de las cuales requieren una llave para ser contempladas. La única regla es no tocar las maquetas para prevenir posibles daños.

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